Investigadores británicos han utilizado técnicas de edición genética para producir un tomate con vitamina D o para suministrar vitamina D de origen vegetal a las personas. En la actualidad, sólo se puede obtener este elemento nutritivo esencial para el organismo tomando el sol o consumiendo productos animales como carne, huevos y leche.

Los investigadores del centro john innes, del instituto británico de investigación genética, anunciaron el 23 los resultados del estudio, que se publicaron en la revista británica nature plants. Los investigadores dicen que el sabor del tomate es inalterable al de los tomates normales y que solo 2 de tamaño mediano al día pueden satisfacer las necesidades de vitamina D.

La vitamina D3 es capaz de aumentar efectivamente los niveles de vitamina D en el cuerpo humano. Las hojas de tomate contienen 7-dhc, el elemento esencial para la producción de vitamina D3, la provitamina D3. Los investigadores usaron la edición de genes para suprimir un gen en las plantas de tomate, lo que permite que la provitamina D3 se acumule en los frutos, además de en las hojas.

Los investigadores irradiaron durante una hora las hojas de tomate y los frutos cortados con luz ultravioleta para convertir la provitamina D3 en vitamina D3, y un tomate produjo la misma cantidad de vitamina D que 28 gramos de atún o 2 huevos de tamaño mediano.

El tomate aún no ha sido comercializado. Los investigadores actualmente cultivan el tomate al aire libre con la esperanza de explorar si los frutos de tomate iluminados por la luz del día también producen vitamina D. Se espera que los primeros tomates cultivados al aire libre maduren en junio de este año.

El parlamento británico votará el 25 de mayo un proyecto de ley que permitirá el cultivo comercial de cultivos modificados genéticamente. Sólo después de que el parlamento apruebe la ley, se espera que los tomates que contienen vitamina D sean comercializados.